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Construyendo la cantera desde el Ramiro

25 noviembre 2009

En este artículo de Jacobo Rivero publicado en el nº1 del periódico «La Nevera del Estu» explicamos cómo se organizan los equipos de la cantera estudiantil más directamente vinculados al Ramiro de Maeztu. La premisa fundamental es que cualquier chaval del centro que quiera jugar al baloncesto tendrá un equipo donde hacerlo en Estudiantes. 

Construyendo la cantera desde el Ramiro

El Estudiantes no es un club cualquiera. Toda su historia esta ligada al Ramiro de Maeztu, donde han crecido y se han educado muchos de los jugadores que en distintas etapas han llegado al primer equipo. El “equipo de patio de colegio” es, todavía hoy, una realidad.

Joaquín Asensio y Pablo Borrás son dos de las piezas claves de la cantera del Estu, que dirige Mariano de Pablos. Son los encargados de coordinar todos los equipos que surgen de la calle Serrano 127, tanto del colegio como del instituto. Con una premisa fundamental: cualquier chaval del centro que quiera jugar al baloncesto tendrá un equipo donde hacerlo en Estudiantes. 

El primero es el coordinador de iniciación, del minibasket, y del colegio. En definitiva de los más pequeños de la cantera colegial. “Si la cantera es la base del equipo ACB o de Liga Femenina, iniciación es la base de la base” cuenta Asensio. Es la primera etapa de acercamiento al baloncesto. “Es un periodo de iniciación técnica y formativa. El baloncesto funciona como una excusa para introducir a los más pequeños en la educación deportiva básica. En la higiene relacionada con el deporte, en la educación, en la alimentación sana… Pero también, y muy importante, en comenzar a crear un grupo, trabajar en equipo y convivir”.

A la pregunta de si los chavales comienzan ya a adquirir habilidades ligadas al baloncesto, Asensio no tiene dudas. “En esta etapa son muy receptivos. Son como esponjas, y hay una ilusión tremenda por todo. Desde tener una camiseta de Estudiantes, un entrenador, un grupo. Es un periodo en que la diversión es muy importante, para que así quieran seguir ligados a este deporte, y donde van adquiriendo sus primeros conocimientos del juego, sus normas, y la forma de practicarlo”.   Pablo Borrás es el coordinador de la cantera del instituto Ramiro de Maeztu. “Los jugadores del área de extraescolares suelen llevar con nosotros desde los 8-9 años, vienen de jugar ya en el Ramiro en mini. Entran en una segunda etapa, con canastas más grandes, con jugadores más desarrollados, en una etapa en que los estudios son también más determinantes. Suelen tener un nivel bueno, adquirido previamente, y muchos juegan porque les gusta el baloncesto, pero también y muy importante porque es donde están sus amigos”.

Una muestra de lo extendido del basket en esta etapa es la cantidad de equipos que hay con alumnos y alumnas del Ramiro. “Tenemos 17 equipos, más el sub 21, que es nuevo este año”. Los objetivos en esta etapa no son muy diferentes de los comentados por Joaquín Asensio en el periodo de iniciación. “Lo principal es que los jugadores disfruten con la actividad y quieran seguir. Si se trata de la última etapa de formación que sigan ligados al baloncesto. En segundo lugar hay un objetivo muy importante de formación, no sólo técnico-táctica, sino como personas. Educar en valores como el respeto, la tolerancia, etcétera”.   Hace muchos años, desde la fundación del club Estudiantes en 1948, que el Ramiro de Maeztu es referente de baloncesto. Como señala Borrás, además de enseñar baloncesto, y de educar en valores, en la cantera del Ramiro “se construye la identidad del club. Los chavales y chavalas que luego va a ver los partidos, a animar, a identificarse con sus colores”.   Aprenden baloncesto, a ser un grupo y convivir como equipo, a practicar deporte de una forma sana, y también a identificarse con Estudiantes. El club del Ramiro, donde juegan.

 Artículo de Jacobo Rivero publicado en el nº1 de La Nevera del Estu