Felipe Reyes salió entonadísimo, como un martillo pilón para apaciguar la fiesta canaria en la que se habían convertido las gradas del Martín Carpena. El pívot anotó los primeros puntos tras cinco segundos y continuó su arranque ofensivo hasta sumar rápidamente seis (9-2) y luego ocho (11-5). Sólo Kornel David, con dos triples, podía mitigar la fuga madrileña (13-8), acrecentada con un 2+1 de Bullock (16-8), que sin embargo erró sorprendentemente un tiro libre en la siguiente acción.
Pese a la clara ventaja blanca, el Gran Canaria Grupo Dunas estaba muy centrado y motivado; no pensaba renunciar y el 22-12 de final del primer periodo se convirtió rápidamente en 22-19, fruto del excelente rendimiento de Sergio Pérez Anagnostou y Jimmie Hunter, que anotó sus primeros puntos con un 2+1. Pero Charles Smith no estaba por la labor y comandó un nuevo tirón del Real Madrid, que mezclaba la calidad de sus estrellas con la aparición de jóvenes como Jan Martín o Richard Nguema sin que ello debilitase su poderío.
Felipe Reyes seguía haciendo daño, pero Louis Bullock cogió su testigo protagonista para anotar seis puntos, elevar su cuenta a 14 y llevar de nuevo al Real Madrid a la cómoda cota de 10 puntos (44-34). Dos tiros libres de un fiable Mario Fernández cerraron la primera mitad (44-36).
El Gran Canaria Grupo Dunas salió del vestuario con el cuchillo entre los dientes y redujo notablemente la diferencia. De pronto, parcial 2-5 y el resultado más ajustado en muchos minutos: 46-41, sólo +5. Pero en el Real Madrid juega Louis Bullock y pertenece a otra dimensión del baloncesto, la de las superestrellas. Ésa que le permite quebrar al defensor con la mirada y anotar una bandeja, o anotar sin titubeo cinco puntos seguidos desde larga distancia. De repente, 51-43. Y de nuevo sólo cinco (53-48), fruto de un triple del polifacético Moran. Que sean dos, apostilló Kornel David (53-50) cuando el reloj asomaba cuatro minutos para la conclusión del tercer periodo.
Saltó la alerta amarilla para el Real Madrid, que de nuevo hubo de apelar a sus dos más grandes estrellas, Felipe Reyes y Louis Bullock, que se unieron para anotar seis puntos consecutivos y aliviar la crisis (59-52). Alivio sólo momentáneo, pues Kornel David redujo a la mínima expresión la renta madridista (59-57) y un sobresaliente Mario Fernández recuperó un balón y anotó para poner la igualdad en el electrónico (59-59). Un alley-oop culminado por Milic culminó el tercer periodo con exigua renta blanca: 61-59.
A 8:32 del final, una ‘bomba’ de Jimmie Hunter supuso la primera ventaja del Gran Canaria Grupo Dunas (61-62) y la confirmación de que podía saltar la gran sorpresa, que el modesto tumbase al favorito. Una vez más, salió Louis Bullock al rescate, con otro triple y dos tiros libres anotados para elevar su cuenta a 28 y mantener al Real Madrid ligeramente al frente (69-66).
Pese a la continua oposición canaria, el Real Madrid parecía haber superado el enorme impacto de la remontada. Tenía el control del electrónico y del juego, esa ventaja mental que vale mucho más que entrar en los últimos cinco minutos con tres puntos de renta (71-68). Dos tiros libres de Bullock y una canasta de Felipe Reyes tensaron la cuerda (75-68), pero el Gran Canaria Grupo Dunas no aflojaba y entraba en los 2:30 finales sólo tres abajo (75-72).
¡Todo por decidir! ¿Lógica o sorpresa? Tunçeri se encargó de aumentar las posibilidades blancas al anotar un triple inverosímil y aumentar a seis la ventaja blanca con 1:40 por jugarse. Hunter, 30 segundos después, puso la renta en cuatro (80-76), aprovechando su mayor altura ante la apuesta de ‘pequeños’ del Real Madrid: Raül López, Tunçeri, Bullock, Milic y Hervelle. Fallo de Raül, falta de Milic y dos tiros libres de Kornel David para poner de nuevo el partido al rojo vivo: 80-78, 51 segundos.
¡Y Bullock falló otro tiro libre! Llevaba 71/73 en liga y en el momento más caliente, a 35 segundos, sólo pudo anotar uno. Claro que Savané tiene peor mano y erró los dos. ¿Todo perdido para el Granca? No. Un robo de Mario Fernández y asistencia para Kornel a seis segundos del final puso el encuentro a ritmo de taquicardia: 81-80 a 6,2 segundos, pero balón para el Real Madrid.
A Felipe Reyes no le tembló la mano, con dos tiros libres para poner el choque 83-80 a falta de 5,6. Ya quedaban 4,2 cuando Norris optó por anotar los dos y apretar más el choque (83-82), aunque cada vez con menos tiempo para el imposible. Bullock no erró en los tiros libres y selló el resultado final a 1,1 segundos: 85-82. El imposible de un lanzamiento de larga distancia no fue posible y la victoria fue finalmente madridista.