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El último viaje estudiantil de Fernando Martín

2 diciembre 2022

En el 33er aniversario del fallecimiento de Fernando Martín, recuperamos este artículo que en su momento escribía otro estudiantil ilustre, el también fallecido demasiado pronto Gonzalo A. Gómez Valcárcel. El entrenador y árbitro recordaba -con información de primera mano, ya que su padre Antonio Gómez Carra fue el entrenador de FM- el último viaje como estudiantil del legendario pívot. Un homenaje y reivindicación de las raíces colegiales del primer español en la NBA.

El último viaje estudiantil de Fernando Martín

Artículo escrito originalmente en diciembre de 2012 por el entrenador y árbitro Gonzalo A. Gómez Valcárcel (Q.E.P.D.) en su blog eNeBerA

(…)

No puedo olvidar su etapa en Estudiantes. Su último viaje con el club; su último campeonato de España en su club de origen y lo que sucedió para que se marchara “al eterno rival”.

El bueno de don Antonio Díaz-Miguel le había convocado, por primera vez, como seleccionado, de cara al Eurobasket de 1981, en Checoslovaquia. Fernando había sido, nada menos, subcampeón de liga con Estudiantes Mudespa.

El jugador, comenzó la concentración y el gran Antonio les dio unos días clave de descanso, después de entrenar un tiempo. El club Estudiantes aprovechó la coyuntura para conseguir que su jugador, todavía de 19 años de edad, acudiera al campeonato de España de clubes (N.R. de categoría juvenil), que se iba a disputar en Valladolid.

Fue una gran gestión, pues el jugador pudo acudir con su generación, la del 62, al citado campeonato. Fernando tenía un gran aprecio por el equipo de su edad y le encantaba jugar con ellos. Jamás decía que no, y tampoco su entrenador, Chus Codina (D.E.P.), ponía ningún problema, a pesar de que ya era del “cinco titular” de Estudiantes e imprescindible para haber conseguido el citado subcampeonato.

Al Estudiantes, le pusieron varias condiciones; la más agobiante era que no debía volver con el equipo, una vez acabado el campeonato, pues Díaz-Miguel se enfadaría. Y, don Antonio, tenía mucho carácter y mucha capacidad de mando.

Estudiantes entró en semifinales y le tocó jugar con el “coco” del Cotonificio catalán de Andrés Jiménez. El  entrenador de Estudiantes, Gómez Carra, sabía que era mejor evitarlo, quedando segundo de grupo, para jugar contra el Madrid, pero, antes, en baloncesto, no se les pasaba por la cabeza eso de “quedar segundos” de nada.

CotonificioEstudiantes y Real MadridBarcelona fueron los partidos de semifinales. El Madrid ganó al Barcelona y el “Coto” al Estudiantes. Andrés Jiménez hizo un partidazo y, lo que no sabe casi nadie, es que Fernando Martín acudía a Valladolid tras una lesión de tobillo, muy bien curada por el “fisio” de la selección, al que apodaban “El brujo”.

Fernando, NO lo dio todo, porque era la primera ocasión en que le llamaban para la “absoluta” y fue comprensible que no estuviera con la cabeza “puesta” en Valladolid. El cuarto puesto conseguido por el Estu, partido perdido ante el Barcelona (31 puntos de Fernando), es, históricamente, el último partido de Fernando Martín con la camiseta del club de la calle de Serrano. Jamás volvería a jugar con Estudiantes.  

Una vez acabado el campeonato de España, en Valladolid, había que llevar a Fernando, rápidamente, a Madrid. El entrenador, junto con su mujer y sus dos hijos mayores, de 12 y 11 años de edad, respectivamente, salió hacia la capital.

En el coche del entrenador, que era un Renault 12 familiar de color beige, viajaron desde bastantes horas antes de que partiera el autocar del equipo. Fernando viajaba en la parte de atrás del automóvil. El hijo mayor (José Antonio) ocupaba la plaza más cercana a la ventana izquierda y el más pequeño de todos (Guillermo) iba al lado de la estrella del club.

“Ni una palabra”, eso me contaban mis hermanos sobre la experiencia. Decían que el entrenador y su mujer eran los que le “sacaban” las palabras, “con sacacorchos”, a Fernando.

Hicieron una parada, solamente, en Ávila y le aconsejaron, a Fernando, que llevara unas yemas de Ávila a sus padres. Fernando accedió y las compró. La introversión del jugador, durante el viaje, no se les olvidará, a mis hermanos, jamás.

Dos chavales adolescentes esperaban un ser más simpático y abierto. Al fin y al cabo, se le estaba haciendo un favor, para que acudiera con la selección lo antes posible.   La llegada tuvo lugar en el parque del Conde de Orgaz de Madrid. Allí, vivía Fernando, muy cerca de su colegio, el San José del Parque.

Nadie, ni el propio Fernando, sabía que ya no tendría que ir, jamás, a entrenarse al Ramiro.

Esa misma noche, se incorporó al hotel de la selección (espero que se acordara de darle las yemas a sus padres) y Fernando viajó a Checoslovaquia, fichó por el Real Madrid después y Estudiantes se quedó sin él para siempre, un verano de 1981. Sólo jugaría, por desgracia, algo más de ocho años…

Los demás, entre ellos las personas que le entrenaron y le enseñaron BALONCESTO en el club, a base de fundamentos (ese gancho dominador, ese tiro en suspensión, ese bloqueo de rebote…), fueron Pablo Casado, Mariano Parra, Chus Codina y Gómez Carra; le querrán mucho para siempre.

Fernando se hacía querer y su muerte fue una puñalada en el ánimo del basket español. Se fue, simplemente, el ¡¡¡MEJOR!!!

Eso sí: que nadie olvide que fue el pionero, de la formación de la cantera del Estu, para el provecho, tantas veces  ejecutado y a veces de manera ilegal, del “imperio” llamado Real Madrid.

Hoy, en el partido EstudiantesReal Madrid, me he acordado mucho de él y, por ello, escribo estas anécdotas, contadas por su último entrenador de Estudiantes…   Para siempre, Fernando Martín Espina. Ex tu dian tes.

Gonzalo A. Gómez Valcárcel
(Diciembre de 2012)

P. S.: Artículo dedicado a una persona especial en mi vida: para Marta Martínez Blanco, la mejor persona que se ha cruzado en mi vida, a la vez que mi familia.