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Rejón y Rancik, pasado colegial en la pintura alicantina

24 febrero 2011

Sus “curricula vitae” son muy distintos, aunque sean casi de la misma edad. Pero los ala-pívots del Meridiano Guillermo Rejón y Martin Rancik sí tienen algo en común en sus carreras antes de coincidir en Alicante: su paso por Asefa Estudiantes. Nos los recuerda Santi Escribano.

Rejón y Rancik, pasado colegial en la pintura alicantina

34 años, 2.06 metros, debut ACB en 1998 y equipos como Ferrol, Cantabria, Valladolid o Palma en su historial profesional. 32 años, 2.04 metros, debut ACB en 2006 pero antes formación en la NCAA estadounidense y equipos como Milán, Biella, Fortitudo y Olympiakos. Hablamos de dos de los ala-pívots del Meridiano Alicante, Guillermo “Willy” Rejón y Martin Rancik.

Como vemos, dos carreras completamente distintas pese a ser casi de la misma edad, pero un punto en común en sus curricula vitae: Asefa Estudiantes.   WILLY, CANTERANO “EMIGRANTE”
En el caso de Rejón, la vinculación con el conjunto colegial es mucho mayor, aunque terminara profesionalmente hace la friolera de 13 años. Se formó en su cantera (por ejemplo, estuvo 3 años en el filial de liga EBA que dirigía el hoy director general de Asefa Estudiantes, José Asensio).   Y llegó a debutar en ACB en la campaña 1997/1998, con Pepu Hernández en el banquillo colegial, con 22 años, en la pista del TDK Manresa que entonces entrenaba Luis Casimiro. Las vueltas que da la vida.   Como la competencia en el juego interior colegial por aquellos años era espectacular (estaban Shaun Vandiver, los también canteranos Iñaki de Miguel y Quique Bárcenas, se acababa de fichar a Alfonso Reyes, y en EBA empezaba a apretar su hermano Felipe…), Willy, que por entonces ya empezar a peinar las canas que le hacen tan inconfundible en un parqué cada vez más lleno de “metrosexuales”,  se buscó la vida lejos del Ramiro. Y tan lejos: una temporada en LEB en El Ferrol.   LOS CLUBES DE SU VIDA
  Su buen rendimiento le sirvió para fichar por su actual club: el Lucentum, con el que conseguiría el ascenso a ACB y se asentaría en la categoría. Una temporada en el desaparecido Lobos Cantabria, un fugaz paso por el Breil francés… y a otro de los clubes de su vida: el Valladolid, entonces con el archiconocido patrocinio de Fórum Filatélico. Cinco campañas en ACB con el conjunto pucelano hasta su descenso en 2007-08.  

Rejón, en su breve etapa cántabra

Vuelta entonces a la segunda categoría del basket español: un año en el Palma Aqua Mágica… y vuelta para ayudar a regresar a la ACB a su Lucentum, donde continúa y, como no podía ser menos, luce el brazalete de capitán.   RANCIK, UN AÑO DURO DE AZUL
La trayectoria de Martin Rancik está mucho menos ligada a unos colores concretos. Su pasado en Asefa Estudiantes es de sólo una temporada. O más bien deberíamos decir media. Fue un año muy duro para el ala-pívot eslovaco, que cuando comenzó a recuperarse de una grave lesión de rodilla, recayó de los problemas cardiacos que le hicieron dejar la elite europea.   En una entrevista con Dani Barranquero en ACB.com, el propio Rancik reconoce que “el Estu tuvo una paciencia increíble conmigo esperándome, pero quizás regresé demasiado rápido. Me costaba mucho coger ritmo de juego, adaptarme al sistema de Casimiro y no jugué bien. No fui el jugador que ellos esperaban y no estaba contento”. Una auténtica lástima que en el Ramiro no llegáramos a ver apenas unos chispazos del auténtico nivel que puede dar Martin.   TROTAMUNDOS DE PRIMERA LÍNEA
Desde muy joven salió de su Eslovaquia natal para hacer lo que más le gusta: jugar al baloncesto. Estudió en Estados Unidos, donde destacó en la Universidad de Iowa. Tras intentar dar el salto a la NBA sin éxito, regresó a Europa. En Italia se hizo un nombre, con Milán, Biella y Fortitudo Bolonia, club en el que se convirtió en uno de los jugadores más cotizados del continente.   Con ese cartel, fichó por el Olympiakos griego en 2005. Pero una arritmia cardiaca frenó de lleno su progresión. Le tocó dar un pasito atrás, que no fue más que para coger impulso. Firmó por un equipo recién llegado a la ACB como era entonces el Bilbao Basket. A los bilbaínos les acababa de tocar la lotería con el fichaje de Rancik.   Cuajó tres temporadas excepcionales con el equipo de La Casilla, hasta que… el crack crack en su mejor momento de forma. La rodilla. Después, su conocido y duro paso por Asefa Estudiantes en el que apenas pudo dar algunas muestras de su tremenda calidad… y un año en blanco.   Cuando todo el mundo apostaba por su retirada, Rancik sorprendió a todos dando una muestra de tremenda profesionalidad y amor por el baloncesto. Una temporada en el dique seco, con 32 años y tras haber pasado por tantos problemas físicos, serían para retirar a cualquiera. Pero no a Rancik.   UN REGRESO ATÍPICO Tras ayudar en los entrenamientos del Bizkaia Bilbao Basket en pretemporada, se ganó un contrato temporal mientras Hervelle estuviera lesionado durante el que dio un rendimiento excepcional. Pero los de Katsikaris tenían muy bien definido su juego interior, por lo que hizo las maletas… para irse a apenas 100 kilómetros.   Otro contrato temporal, en esta ocasión con el Caja Laboral. Un mes para cubrir la baja de Marcus Haislip. De nuevo un gran rendimiento, con exhibición en Euroliga, su querida Euroliga, incluida. Pero era un mes.   Y ahora está en el Meridiano Alicante. Por un fin un mínimo de estabilidad junto al mar. Llegó junto a Txus Vidorreta, su mister en la primera y feliz etapa bilbaína, y Hasbrouck para ser uno de los revulsivos de un Lucentum que apestaba a descenso, y desde luego que lo está siendo con sus 10 puntos y 3 rebotes de media por partido.   Por cierto, Asefa Estudiantes tiene en tres días dos duelos contra la familia Rancik. Y es que el hermano menor de Martin, Radoslav, juega en el Galatasaray Café Crown.  

Santi Escribano
clubestudiantes.com