WhatsApp: (+34) 91 745 88 50
 | |
Ni los puntos de Loncar. Ni los de Iker. Ni el buen partido en conjunto. Ni la mejora en defensa. Ni siquiera la victoria. Al margen de lo abultado de la misma, la gran noticia es que Sergio Rodríguez se ha “desvirgado” en el baloncesto profesional. Soberbio partido. Dirigiendo, anotando, defendiendo y, como no, asistiendo. La perla colegial ha comenzado a brillar. Ha tomado la alternativa. De aquí…. Hasta donde él quiera llegar.
Pero vayamos al partido, el primer cuarto arrancó con un festival de triples que tuvo como principal convidado a Nicola Loncar. Tres triples consecutivos en los 4 primeros minutos más otro de Patterson obligaron a Pablo Laso a pedir su primer tiempo muerto. A ritmo de triples el Adecco Estudiantes había obtenido una renta de 10 tantos.
Igor Rakocevic decidió que el partido no podía seguir por esos derroteros y anotó 7 puntos consecutivos, pero los colegiales estaban mucho más centrados que el miércoles ante el Lucentum. Sin tirar cohetes, el juego en ataque era más ordenado y sin abusar de las jugadas individuales. De esta forma se llegó al final del primer cuarto con 6 puntos de ventaja. Al menos el fantasma de la tercera derrota consecutiva parecía que desaparecía.
A ello contribuía un Pamesa que sólo contaba como puntales ofensivos con Oscar Yebra e Igor Rakocevic. Bueno, siendo sincero los valencianos dependían tan sólo de Rakocevic, que seguía con su festival anotador mientras sus compañeros fallaban y fallaban sin que el Adecco Estudiantes hiciera una defensa de las que se recuerdan. De tal forma que jugando uno -por muy bueno que fuera- contra cinco, el Estu al “tran-tran” volvía a colocarse con 12 puntos de diferencia mediado el segundo cuarto.
De aquí hasta el descanso intercambio de canastas con Sergio Rodríguez como estrella. Un robo de balón en los últimos segundos más asistencia de Sergio permitió que Loncar anotara su cuarto triple y los del Ramiro se fueran al descanso con la máxima en el marcador, 30 a 45.
En el tercer cuarto el Pamesa arrancó con, cuanto menos, mayor intensidad. El Adecco Estudiantes a duras penas podía aguantar su ventaja cuando nos encontramos con una de esas decisiones arbitrales inexplicables: Anotan los valencianos. Alvin Jones de camino a su canasta empuja a Nacho Azofra y le golpea con los codos. Azofra se encara con Jones a más de 5 metros de distancia. ¿Resultado? Técnica para el base colegial y balón para el Pamesa. ¿de verdad que estos son los mejores árbitros de Europa cuando sancionan al agredido y benefician al agresor?
Claro, la que se montó fue gorda y los árbitros entraron en un carrusel de compensaciones que sólo benefició al Pamesa que rebajó la diferencia hasta los 8 puntos en el minuto 38 (50-58).
La amenaza fantasma que hasta entonces eran los valencianos hizo que Pepu mirara al banquillo en busca de Sergio Rodríguez: canasta, robo de balón y asistencia en sus tres primeras acciones. La verdad es que lo de este chico ilusiona, especialmente a los 70 dementes desplazados hasta la Comunidad Valenciana que veían como los colegiales afrontaban el último cuarto con 13 puntos de diferencia (53-67).
En el último cuarto Pamesa seguía sin morder. De un juego colectivo ramplón y una defensa discreta sólo se salvaban un Rakocevic desinflado y Alvin Jones con sus rebotes. Por el contrario los madrileños seguían sumando colectivamente. Iturbe durante todo el partido. Loncar en los momentos claves. Carlos algo más que puntos y los pívots fajándose como deben hacerlo. Y Sergio. Sergio jugando su primer gran partido de muchos que vendrán con la elástica colegial. La distancia a 4 minutos del final aumentó hasta los 26 puntos. La Demencia, entre “olés”, vivía una autentica fiesta bien merecida por acompañar a su equipo hasta cuando es farolillo rojo.
De aquí al final los valencianos, simple y llanamente, dejaron de jugar. Un Pamesa repleto de canteranos y temporeros fue el mejor bálsamo para un Adecco Estudiantes que mejoró ostensiblemente el rendimiento con respecto al miércoles. Al final el escándalo con 37 puntos de ventaja (64-101) pero no lancemos las campanas al vuelo, el Barça, desde luego, no será tan sencillo.
