LIGA ENDESA| Un muy mal arranque ante un Unicaja picado hace inútiles los intentos de remontada en la segunda parte ( 89-70)

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Los ya habituales Cook, Cvetkovic, Landesberg, Caner-Medley y Brown salieron de inicio en Málaga. Otra vez de rosa, contra el cáncer de mama, con la intención de repetir victoria ante un Euroliga.

Shermadini era el termómetro del inicio del encuentro (7 de los primeros 10 puntos malagueños), castigando a los pívots colegiales con faltas muy pronto. Pero Movistar Estudiantes lograba correr y encontraba a un inspirado Nik Caner-Medley para contrarestarlo: 14-11 mediado el cuarto.

Pero cuando los malagueños encontraron otras armas, especialmente defensivas aunque también el tiro exterior y aprovechar muy bien lo pronto que entró el Estu en bonus (12/13 en tiros en este primer cuarto), superaron por primera vez la decena de puntos de ventaja: 26-13. La ventaja local en el primer cuarto era clara: 31-17.

Pero el segundo cuarto fue a peor y se convirtió en una pesadilla para Movistar Estudiantes. Unicaja se sentía muy a gusto en ataque y frenaba todas las armas ofensivas estudiantiles. A cinco para el descanso, los colegiales sólo habían anotado un tiro mientras que los cajistas se habían ido con un preocupante 44-18, 13-1 de parcial.

La defensa colegial no funcionaba, y cuando este equipo no carbura atrás, se pone muy nervioso adelante. Los ataques rápidos no salían, los triples aunque estuvieran bien tirados se salían… y Unicaja seguía sumando con facilidad. Al descanso, un contundente 53-25 obligaba a Movistar Estudiantes a hacer una segunda mitad perfecta para poder ganar.

Y lo intentó. En los tres primeros minutos del tercer cuarto, Movistar Estudiantes ya había anotado más que en todo el periodo anterior. El balón circulaba mejor y los tiros entraban. Pero Unicaja también estaba atacando bien y a intercambio de canastas era difícil remontar: 66-40 en el minuto 5.

Recordando el partido de Estrasburgo y sin obsesionarse, los hombres de rosa fueron sacando cosas positivas en defensa, trabajando y haciendo otro partido nuevo donde no parecía haber una veintena de puntos de desventaja sino un partido abierto. Así, con la mente algo más limpia, el Estu ganó el tercer cuarto 20-26. ¿Suficiente para remontar un 73-51 ante Unicaja?

Por intentarlo no sería. Edgar Vicedo abría el cuarto con el quinto triple (de 22 intentos) de la noche. Pero Unicaja no podía permitirse una remontada así en casa tras el naufragio de la semana euroliguera, y a cada buena acción ofensiva estudiantil respondía tirando de su talento individual para despertar del sueño a Movistar Estudiantes: 83-58 a mitad de cuarto.

Ya no había manera por mucho que los jugadores colegiales tiraron de orgullo. Al final, 80-70 pese a que también se ganó este último periodo 16-19. Pero la desventaja de la primera parte era excesiva y el milagro hubiera sido para hacer creyente al más ateo.