Era raro. Claro que era raro. Nunca en las cuatro décadas que lleva en pie el Polideportivo Antonio Magariños, auténtico templo del baloncesto en Madrid, había estado tanto tiempo sin oír el bote del balón, las risas infantiles de los jugadores y las indicaciones en voz alta de los entrenadores. En las fiestas de guardar, algunos días en verano y gracias. Magariños es basket 24/7…
…hasta que llegó el coronavirus. Frenar la pandemia se convirtió en la prioridad de todos. El mismo 10 de marzo, Movistar Estudiantes suspendió los entrenamientos de su cantera, y poco después los de los primeros equipos.
Magariños, como tantos espacios públicos, tuvo que cerrar. Tuvimos que quedarnos en casa y asumir nuevos conceptos a nuestro día a día: “distancia social”, “estado de alarma”, “confinamiento”, “PCR”, “serología”… y finalmente “nueva normalidad”.
Por eso no, este lunes 22 de junio no fue un día más de baloncesto en el “Magata”. Fue un día especial. Una pequeña fecha simbólica, curiosamente justo 28 años después del inicio del primer Campus de la historia del Estu, en 1992.
El baloncesto volvía a abrirse paso, y como siempre en Movistar Estudiantes, siendo deporte pero mucho más: formación, diversión, valores… y socialización.
…y más de 100 días después, las canchas del Ramiro de Maeztu (Magariños, Nevera, Canchas Rojas…) volvieron a oír el bote del balón.
¡Ya están aquí los @CampusESTU de Verano de @movistar_es Estudiantes de la «nueva normalidad!#CampusEstu #MovistarEstudiantes pic.twitter.com/vVo4uk17WY
— Movistar Estudiantes (@MovistarEstu) June 22, 2020
Pero era raro. Claro que era raro. A primerísima hora de la mañana ya estaban en el templo de Serrano 129 (antiguo 127) los primeros entrenadores y entrenadoras de la cantera del Movistar Estu.
Llevan semanas de formación y adaptación para esta “nueva normalidad”. Cómo garantizar la seguridad sanitaria de todas las personas que participan en el Campus, sin perder un ápice de las señas de identidad. Y era la hora de aplicarlo.
Los jugadores y jugadoras, un centenar de entre 6 y 15 años, no podían entrar “en tromba” a la pista del Magariños como otras veces. Se habían preparado varios accesos diferenciados por edades, para evitar aglomeraciones. Allí se les tomaba la temperatura, se limpiaban las manos con gel hidroalcohólico y se les explicaba. «Cada uno va a tener un balón propio para todo el Campus».
Ataviados con sus mascarillas, manteniendo la distancia de seguridad. Nerviosos e ilusionados. Grupos más pequeños que en otras ediciones del Campus.
Cada campista con un mismo balón para todo el Campus y ejercicios de 1X0, accesos diferenciados por edades, toma de temperatura, gel hidroalcohólico, distancia social, mascarillas para los momentos comunes…
Lo primero es la seguridad sanitaria. pic.twitter.com/UFiimUGITq— Movistar Estudiantes (@MovistarEstu) June 22, 2020
…y, por fin, los balones volvieron a botar. Más de 100 días después. Cada uno con un balón nuevecito, marcado, que será el mismo durante todo el Campus, como bien insistían los entrenadores. Los ejercicios, de 1×0. Para empezar, mucho bote.
Aunque ya se hace siempre, ahora más: la comunicación diaria con los padres / madres / tutores de quienes participan en el Campus será aún más fluida, con un test online con el estado de salud de cada campista.
Mucho trabajo y precaución, con la idea de, como mínimo, que todo el mes de julio sea de Campus en el Polideportivo Magariños. Acogerá “Las Estrellas del Deporte”, “Campus Elite”, el “I Campus Inclusivo Fundación Estudiantes – FEMADDI”…
Tienes toda la información en www.movistarestudiantes.com/campus
…volver a oír y ver esto ha sido POESÍA.
Baloncesto, te echábamos de menos.
— Movistar Estudiantes (@MovistarEstu) June 22, 2020