Otro feliz final de infarto en la «semana Champions» (73-71)

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Sin Sylven Landesberg, lesionado de la mano en el patido europeo del miércoles, Movistar Estudiantes salió de inicio con Cook, Cvetkovic, Vicedo, Suton y Brown. Tibor Pleiss se hacía (más) grande (aún) en la zona con 8 de los primeros 11 puntos toronja, pero los colegiales empataban a base de triples de los pívots (11-11).

Cvetkovic y Brown ampliaron el repertorio ofensivo de Movistar Estudiantes con canastas bajo el aro y el encuentro cambió totalmente de cara: fluidez e intensidad para llegar al final del cuarto, igualado 21-21.

Todo lo que se había anotado en el primer cuarto empezó a fallarse en el segundo. Más de tres minutos después, Dago Peña anotó la primera canasta, una bandeja, de este periodo. Era la señal que esperaban ambos equipos para abrir la lata. Regresó el intercambio de golpes dentro y fuera, aunque el de Tibor Pleiss era el nombre que más veces repetía el speakerman Iyi Martín (26-29).

Cuando parecía que Valencia Basket iba a recuperar el ritmo del partido, Cvetkovic recuperaba una bola providencial que daba aire de nuevo a Movistar Estudiantes: triple de Cook y penetración de Brown. 31-33. Un colosal Edgar Vicedo ponía al Estu por delante, pero los taronja volvieron a tomar una corta ventaja: 36-39 al descanso ante el campeón de la Liga Endesa.

Tras el descanso, tuvieron que pasar 4 minutos, un tiempo muerto y un 0-9 de salida para que Movistar Estudiantes, por medio de Darío Brizuela, volviera a anotar (38-48). Sentó bien ese tiempo muerto de Maldonado, ya que la defensa volvió a carburar y con ella las ideas en ataque: 42-48 y ahora era Vidorreta el que paraba el partido, a 4:19 para acabar el tercer cuarto.

Las ventajas seguían siendo taronjas, y a intercambio de canastas costaba cambiar esa dinámica. Al cuarto decisivo se llegó, por culpa del serio partido de los viejos rockeros valencianos, 50-56.

Goran Suton puso la cosa en dos puntos en el arranque del último periodo (54-56), pero Valencia Basket respondía por medio de un majestuoso Tibor Pleiss y sus 2.18 metros. Sin embargo, Movistar Estudiantes no quería dejar escapar con vida al campeón: con una defensa al límite y talento en ataque (Hakanson, Caner-Medley…) entró a la recta final del partido por delante: 66-63 a falta de 4 minutos.

El partido se convirtió entonces en uno de esos thrillers a todo o nada, donde cada punto valía su peso en oro. Green asumió galones en el Valencia, mientras que en las filas colegiales se supo mantener la calma y luchar cada rebote como si las fuera la vida en ello.

Un triple de Brown sentenció en ataque, y un taponazo del mismo ante la penetración de San Emeterio dieron la victoria al conjunto colegial por 73-71.