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25EstuFem. Clara Bermejo, la primera profesional. “Lo que había que hacer al salir de clase en el Ramiro era jugar al basket”

5 noviembre 2014

“Soy del Ramiro y lo que había que hacer al salir de clase era jugar al basket” recuerda ahora una de aquellas niñas del Ramiro que hace 25 años empezó a jugar con la camiseta negra del Estudiantes. Se acaba de retirar 2 ligas, 3 copas, 1 subcampeonato de Europa y 14 temporadas en Liga Femenina después. Hablamos con Clara Bermejo quien reconoce que “es una espinita no haber podido jugar aquí en Magariños en máxima categoría como local, pero nunca existió la posibilidad”. >> #25EstuFem 

25EstuFem. Clara Bermejo, la primera profesional. “Lo que había que hacer al salir de clase en el Ramiro era jugar al basket”

Nacida en febrero de 1981, Clara Bermejo fue una de aquellas pioneras que empezaron a jugar al baloncesto en un club que hasta aquel ya lejano 1989 era exclusivamente de chicos: el Estudiantes.

Quién le iba a decir a aquella niña que disfrutaba del baloncesto al salir de clase en el Ramiro desde los 8 a los 18 años que ahora, cinco lustros después, se iba a retirar con un palmarés envidiable tras pasar por algunos de los clubes más importantes de España: ha ganado 2 ligas, 3 copas, 1 subcampeonato de Europa tras 14 temporadas en Liga Femenina jugando en Cortegada, Zaragoza, Salamanca y Rivas.

Charlamos con ella, en el mismo Magariños que la vio crecer y donde volvió después siendo jugadora profesional tantas veces como visitante y nunca como local, una vez que ha llegado el momento de colgar las botas.

¿Por qué crees que ha llegado la hora de la retirada, Clara?
La vida son etapas, he tenido la suerte de ser profesional pero tocaba cerrar ciclo y abrir otro nuevo. 

La pregunta del millón… ¿y ahora, qué?
Este año va a ser de transición, voy a estar entrenando fuera con chavalines pequeños. Veré el mundo que conozco, el del baloncesto, desde otro lado. Seguiré vinculada a este deporte.

Empecemos por el final. Acabas tu carrera siendo capitana y campeona de liga con el Rivas Ecópolis, un club al que llegaste cuando empezaba a crecer pero no luchaba por los títulos…
El que he hecho con Rivas ha sido un viaje muy bonito: he podido jugar al primer nivel español y europeo sin tener que salir de casa. He tenido mucha suerte de poder ir de la mano del crecimiento del club. Mucha suerte.

Debe ser duro ver que Rivas, justo tras ser campeón, esté a punto de no poderse inscribir…

«Hay que celebrar estos 25 años de trabajo de mucha gente» 
  

Es una situación muy triste e incomprensible que el equipo que gana la liga, a punto de entrar en la F8 de Euroliga, de un año para otro renuncie a competición europea y esté a punto de tener que hacerlo en Liga Femenina, de hecho tuvieron que inscribirse más tarde.

La situación de crisis del país afecta mucho al deporte, y  más al femenino. Espero que consigan los objetivos, mantengan la categoría y no desaparezcan: pasito a pasito Rivas se convirtió en un club muy importante. 

Esta temporada se cumplen 25 años desde la creación de los equipos femeninos del Estu… y ahí estabas tú. 
Allí estaba, en los inicios del baloncesto femenino en el Estu. Soy del Ramiro y lo que había que hacer al salir de clase era jugar al basket. Creo que es muy importante y bonito que un club ACB cuide el baloncesto femenino.

Hay que celebrar estos 25 años de mucho trabajo y de mucha gente. Debe ser motivo de orgullo para este club saber que se trabaja con la cantera y que se mantiene un equipo de Liga Femenina 2 que intenta dar una salida a todas las niñas que trabajando desde pequeñitas en el club.


El preinfantil de la temporada 1992-93.

¿Cómo crees que han cambiado las cosas desde que aquellas primeras niñas empezasteis a jugar en el Ramiro?

Estudiantes siempre ha sido claramente un club masculino, y está claro que la situación económica del país, del baloncesto y más del femenino hace muy complicado sacar recursos para cuidar una cantera femenina.

Pero es un esfuerzo que tiene su recompensa, Estudiantes es el único club con primeros equipos masculino y femenino y eso debe ser motivo de honra.

«En el Estu aprendí con lo que me gané la vida. En el Ramiro… cosas buenas y malas» 
¿Qué aprendiste en el Estudiantes y en el Ramiro?
En el Estu aprendí a jugar al baloncesto, que es el mundo que conozco y como me he ganado la vida hasta el día de hoy… que no es poco. Y en el Ramiro aprendí cosas buenas y malas, pero todo el que es del Ramiro sabe que es un instituto especial que va de la mano del Estu. Estoy muy orgullosa de haber pasado mi infancia en esta manzana.

¿Cuánto tiempo jugaste en el Estu?
Empecé a jugar con 8 o 9 añitos. Y desde ahí a todas las categorías del Estu hasta el primer año senior… y ahí ya volé fuera.

Si tuvieras que quedarte con una etapa o momento de tu carrera deportiva, ¿Cuál sería?

 «Mi mejor momento es toda mi carrera«
  

Me siento muy afortunada, tanto a nivel deportivo como por las personas que se han cruzado en mi camino. No puedo escoger sólo una etapa. Cuando empiezas me quedo con la ilusión con la que coges todo: ¡todo es nuevo, todo ilusiona!. Eso luego lo pierdes, pero alcanzas la madurez de tu juego, que quizá es cuando más disfrutas del baloncesto. Y la última fase que te ves como mamá de todo el mundo es muy especial, porque sientes que devuelves al baloncesto lo que te ha dado. El mejor momento de mi carrera es toda mi carrera.

En tantos años, jugaste únicamente en cuatro clubes: Cortegada, Mann Filter Zaragoza, Perfumerías Avenida Salamanca y Rivas Ecópolis. ¿Qué diferencias había entre esos clubes?
Mi carrera ha tenido experiencias muy distintas. Primero tanto en Vilagarcía como en Zaragoza los objetivos del club eran más limitados, jugábamos por la permanencia. No es que te acostumbres a perder pero es otra historia, y las infraestructuras eran otras. Con el paso a Salamanca cambió todo mucho: hay más presiones, no es a ver qué pasa el sábado sino hay que ganar o ya veréis… En Rivas, como estuve muchos años, viví la transición hasta ser un club importante con más objetivos a cumplir.

«No tuve oportunidad de jugar en el Estu en LF y es una espinita» 

En el senior de la temporada 1998-99

¿Y nunca tuviste oportunidad de regresar a Estudiantes en los años que jugó Liga Femenina?
Nunca surgió, que yo sepa, la posibilidad de jugar en Estudiantes en Liga Femenina. A veces la información se queda en el camino como sabe todo el que esté metido en el mundo, pero no me consta que hubiera habido una oportunidad real de volver al Estu… por desgracia. Me formé aquí como jugadora, y el objetivo que se tiene cuando eres una cría en la cantera no es hacer carrera, ser profesional, sino cuando ves a las grandes de tu equipo ser como ellas, llegar al primer equipo. Es una espinita no haber podido jugar aquí en Magariños en máxima categoría como local.

¿Cómo te sentías al volver a jugar aquí a Serrano, donde te formaste, pero como rival?
Era extraño cuando visitaba Magariños con otro club. Siempre que vuelves a jugar a un sitio donde has jugado es especial, y si es un sitio donde jugué y entrené tanto como aquí en el Ramiro… más aún.

«Sigo al Estu, incluso por EstuRadio. No tengo elección, soy del Ramiro» 
  

Lo que sí vemos es que, pese a que hace tanto que saliste del Estu, sigues saludando a multitud de personas cuando vienes.
Por suerte, a pesar de que el Estu es un club profesional, se mantiene mucha gente de toda la vida y cada vez que vengo hay caras conocidas, caras amables que en algún momento han sido cercanas. Da la sensación de que esto ha cambiado un poquito menos.

En baloncesto femenino imaginamos que seguirás sobre todo a los clubes donde jugaste, pero a la hora de seguir la ACB ¿eres estudiantil? En ACB sí, soy del Estu. Por elección, y casi sin elección, soy del Estu,es mi familia y lo sigo desde pequeñita. Con mis partidos no podía seguirlo ni ir tanto como quería, pero siempre he seguido los resultados y he intentado informarme. Alguna vez he escuchado partidos importantes por EstuRadio, tengo amigas que entrenan en cantera y vengo a ver a sus equipos de vez en cuando… intento seguir al tanto del día a día del club.

«No hay que perder la ilusión, así el trabajo duro no es tan duro» 
Déjanos un mensaje para las niñas que están ahora trabajando en la cantera, qué les diría alguien que como tú ha sido profesional 14 años
A las chicas que empiezan en basket les diría que no pierdan la ilusión. En el baloncesto, como en todo, hay que trabajar para conseguir algo. Y la mejor manera de trabajar duro y sin enterarte es pasártelo bien. La recompensa es muy grande. Todo lo que te deja el baloncesto son experiencias y sensaciones muy buenas que sólo puedes tener en una cancha, y te da a mucha gente muy importante en tu vida. El premio es gordo.

Santi Escribano (@santiescribano)