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Silvia Domínguez, la coleccionista de medallas, recuerda sus años en el Estu: «sin aquel debut con 16 años no hubiera sido posible»

3 julio 2015

Este verano se colgó su cuarta medalla con la selección española, el bronce del Europeo, que se suma a sus títulos de Euroliga, Liga y Copa. Pero Silvia Domínguez no olvida sus inicios en Estudiantes. «Sin aquellos dos años en el Estu no hubiera sido posible lo que vino después» reconoce la base internacional, que recuerda con mucho cariño «cómo pude vivir el baloncesto con la pasión de una alumna más del Ramiro. Eso es algo muy especial».

Silvia Domínguez, la coleccionista de medallas, recuerda sus años en el Estu: «sin aquel debut con 16 años no hubiera sido posible»

Silvia Domínguez llegó al Ramiro con apenas 16 años, siendo una de las mayores promesas del baloncesto español; y tras jugar en Estudiantes dos temporadas, entre 2002 y 2004, salió siendo una de las bases más importantes de la categoría.

Años de títulos con la selección española (el bronce en el Europeo este mes de junio es el cuarto metal que se cuelga con España) y con sus clubes (Euroliga, Liga y Copa en clubes del nivel de Perfumerías Avenida Salamanca, Ros Casares Valencia y su actual club, Ekaterimburgo) que, explica, no hubieran sido posibles sin aquel temprano debut en LF en las filas del Estu.

Silvia Domínguez es una de las jugadoras protagonistas de los 25 años del baloncesto femenino en Estudiantes con mejor palmarés, y hablamos con ella con motivo de este aniversario.

¿Qué supone para ti ser parte de este 25 aniversario?
Para mi es un orgullo haber formado parte durante dos años de esa historia. Fueron muy importantes en mi carrera, el inicio de lo que he podido conseguir hasta ahora. Me gusta ver cómo se ha estado todo el año dándole promoción a este 25 aniversario, que no es sólo cosa de un día.»

Llegaste muy joven al Estu, siendo aún junior, y estudiaste en el Ramiro, ¿te consideras canterana?
Llegué directamente al primer equipo pero pude vivir el Estu desde dentro estudiando en el Ramiro que es algo muy especial. Vivir como una alumna más lo que es la familia del Estudiantes, cómo se vuelca el instituto, cómo todos quieren ser parte de la afición, de la Demencia… A raíz de estudiar en el Ramiro muchos de mis compañeros de clase empezaron a ir al femenino, a viajar a seguirnos… fue muy bonito.

Ya eras una de las grandes promesas del baloncesto, y estabas en la cantera del UB Barça ¿por qué te decidiste a venir a Estudiantes?
Estudiantes me daba la oportunidad de jugar en Liga Femenina, en principio como base suplente, a tener rodaje y tener algunos minutos. Pero tuve la suerte de quemar etapas rápido y poder jugar más. Cuando se planteó poder ir a Estudiantes no me lo pensé mucho. Mis padres y yo vimos la residencia de jugadores, el instituto… y nos gustó la idea. Fue una decisión rápida.

¿Vivías en la residencia de jugadores?
No, me dieron la opción de vivir en la residencia o compartir piso con otras compañeras de equipo, y elegí la segunda opción. Estaba muy a gusto en el piso, cerca del Ramiro, con la rutina de equipo… eso ayudó a hacer fácil mi adaptación.

Estuviste en la plantilla que logró los mayores hitos del Estu femenino, jugar copa y playoff… ¿cómo lo recuerdas?
La Copa de la Reina fue increíble: recuerdo el día que nos clasificamos, en diciembre, yendo a los delfines a bañarnos, también las extranjeras. La copa en sí lo mejor es que viajó mucha gente de la Demencia y casi dimos un susto al Barça que era muy potente aquel año. Y luego la misma temporada clasificarnos para playoff también para el club fue muy importante. El trabajo de todo el año y el buen rollo que había en aquel vestuario dio sus frutos. Se luchó aquella eliminatoria, también contra el Barça.

Para alguien que ha ganado de todo como tú, ¿qué suponen estos pequeños hitos en su palmarés?
Sin esos logros en Estudiantes no podríamos hablar de los títulos en Salamanca, en Ekaterimburgo… no hubiera podido llamar la atención de esos clubes tan potentes. No sólo fue importante lograr copa y playoff sino lo que mejoré físicamente con el preparador físico Jorge Marín, técnicamente con el entrenador de específicos Ángel Goñi… ambos técnicos que aún siguen en Estudiantes que no están tan en el foco y con quienes mantengo el contacto. También sigo en contacto con Jose Asensio que fue un poco mi tutor aquellos años, el entrenador Nacho Martínez… fueron años muy especiales, mágicos. Con compañeras como Sonia Blanco, Rosa Pérez… también tengo mucho contacto.

Tú has podido hacer una carrera muy buena en liga española, pero llevas ya mucho en el extranjero como la mayoría de tus compañeras de selección. ¿Cómo ves el panorama de la Liga Femenina?
Creo que la crisis afecta a todos los sectores, y el baloncesto femenino no se libra. Jugar en el extranjero es por eso una buena opción. Espero que el proyecto del Mundial 2018 en España ayude a mejorar y a volver a hacer una liga fuerte.

Como cosa buena de la crisis quizá tenemos que clubes que ascendieron hace poco como Uni Girona son capaces de llevarse el título, hay alternancia
Es que al final el baloncesto es cinco contra cinco y cuando un equipo trabaja, cree, engancha… consigue como Girona llevarse el título ante 7000 personas. Salamanca es el favorito en todo, pero el resto de equipos también consiguen estar al nivel con garra e ilusión.

Ahora muchas jugadoras que tienen la edad que tenías tú cuando saliste del Estu se van a la NCAA,  en las selecciones de formación juegan casi todas en NCAA, ¿cómo ves este fenómeno?
Creo que ahora la NCAA es buena salida para las jugadoras jóvenes. Yo tuve opción en su momento y no me lo plantee: estaba jugando minutos importantes en Liga Femenina en años en que era muy fuerte. Pero ahora el panorama es distinto y para ellas puede ser interesante compaginar estudios con esas competiciones americanas. Quizá yo ahora mismo si me encontrara en esta situación me iría.

Has hablado de compaginar los estudios con la carrera deportiva, ¿tú lo pudiste hacer?
Sí, pero es complicado. A mi me costó pero logré hacer psicología con la UNED, ahora estoy con un máster de gestión deportiva también a distancia… es sacrificado pero se intenta hacer.

El All Star del 25 aniversario del femenino del Estu os coincidió a Laura Herrera y a ti con partido de la selección y no pudisteis venir, pero me consta que estabais invitadas y queríais venir.
Sí, fue una pena no poder estar en el All Star. No sólo por ser un partido especial, sino porque me hubiera gustado mucho reencontrarme con tanta gente a la que hace ilusión volver a ver. Esa gente con la que estuve cuando tenía 17 años y empezaba mi carrera, poder ponerme al día y saber de todos.

¿Cómo valoras tu temporada 2014-15?
El año en Ekaterimburgo ha sido complicado, pero de todo se aprende. Ganamos la liga rusa pero los objetivos eran más ambiciosos y no se consiguieron. Pero un club como Ekaterimburgo siempre es un reto que exige mejorar cada día. Luego con la selección noto que me hago mayor, cada vez son más jóvenes las compañeras (risas). El reto era repetir campeonato, aunque nadie lo había conseguido antes y no fuimos nosotras. Pero volvemos a casa con un bronce al cuello. .

¿Y seguirás los pasos de un tal Jordi Domínguez para intentar llevar el baloncesto a Inglaterra?
Mi hermano, el periodista Jordi Domínguez es quien sigue mis pasos, ahora él empieza a hacer la vida en Europa: ha fichado por el departamento de comunicación del Manchester City de fútbol. Pero no iré con él, que allí el baloncesto no tiene mucho tirón.

Santi Escribano @santiescribano